Para administrar integralmente el riesgo operativo en una empresa, se emplean una serie de prácticas que se deben adaptar a los planes particulares de dicha institución. Entre ellas, encontramos inicialmente que es necesario que se cree y apruebe un marco que regule toda la administración y gestión del riesgo operativo para todos los que integren la empresa. Así mismo, La administración de riesgo operativo debe determinar las metodologías para identificación, evaluación, seguimiento y gestión del riesgo. También es fundamental que asignen las responsabilidades y cadenas de mando en la empresa, siempre involucrando a la alta gerencia en las decisiones, estas prácticas traen como beneficio que no se formen conflictos de intereses en la empresa que aumente el riesgo operativo, porque ya las responsabilidades y directrices se encuentran claramente definidas.
Otra práctica importante en la administración de riesgo operativo es que todos los empleados de la empresa sigan cabalmente las políticas, procedimiento y normas de funcionamiento establecidas por la alta gerencia, al momento de realizar todas las actividades concernientes al negocio.
Durante todo el proceso de administración de riesgo operativo, se debe tener un sistema de comunicación interna y externa efectivo, lo que facilita la fluidez de las actividades y las relaciones entre los empleados y la gerencia de la empresa. Igualmente, dicho proceso se debe llevar a cabo mediante un sistema de retroalimentación o de mejora continua para ir corrigiendo los errores y evitar pérdidas mayores.
En conclusión, las implementación de las principales prácticas de administración y gestión de riesgo operativo por parte de una empresa se traduce en diferentes beneficios para la misma, por ejemplo permite mejorar el conocimiento de los diferentes factores de riesgo, contribuye a reducir perdidas, mejora el riesgo de crédito y el riesgo de mercado, puede contribuir a disminuir el riesgo reputacional y los riesgos estratégicos, mejora capacidad de determinar el capital económico y produce en definitiva externalidades positivas para la empresa.